Necesidad ||

Yo necesito sus palabras, necesito sus caricias, necesito su aire. Necesito todo de él. No advertí el momento en que me hice dependiente de él.

Quizá fueron sus palabras.

Pueden decir lo que sea de él, que es mala influencia, que es un descuidado, que es vago, lo que sea. Pero pueden tener por seguro que tiene el don de la palabra; es el amo de las mismas.

Con ellas me envolvió, me enamoró. Me sumió en un hechizo que nadie ha sido capaz de romper. La forma en que las formula, en que las escribe, dándoles la magia necesaria para encantarnos a todos.

No soy capaz de comprenderlo. Podría pasarme una vida entera escuchándolo hablar. Escucharlo decirme las más viles mentiras o las más bellas verdades. Necesito sus palabras.

O tal vez fueron sus caricias. Lo suave de su tacto en mi piel, lo precisos que eran sus dedos con mi cuerpo. Cada vez que me tocaba, enviaba mil sensaciones a mi cerebro y enloquecía.

Mi piel se erizaba y sus labios expulsaban la más pervertida de las risas. Me rendía al contacto de nuestros cuerpos, al roce de nuestras pieles calientes, al placer que me proporcionaba.

El aire que respirábamos era el mismo, tenemos la misma necesidad. Él de mí y yo de él. Pero yo lo necesito más todavía.

Comments

  1. ¡Hola! Vengo del precioso blog de mi amiga Mariam, La Daga Pensante, y he pasado a hacerte una visita. Veo que escribes muy bien; bonita, cadenciosa y bella composición poética, muy sensual, que se adentra en esos mares revueltos de la pasión, la necesidad de amar y ser amados, la dependencia de ese afecto, que una vez te engancha es una droga dulce e ineludible. Saludos

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