¿Quién eres, pequeño angel?
Amándome sin yo merecerlo,
protegiéndome mientras yo te hiero.
Estás ahi, pequeño angel,
con tus alas invisibles,
tu blanca ropa hecha trizas
y llena de polvo.
¡Oh, pequeño angel!
Tu mirada es triste
pero aún asi inocente
y pura.
Perdóname, mi querido pequeño angel,
no te conozco... no me conoces,
y aún asi soy culpable
de tu inmerecido sufrimiento.
This comment has been removed by the author.
ReplyDelete